El masaje relajante se enfoca en el bienestar del cuerpo. Dentro de los muchos beneficios de este tipo de masaje tenemos: estimular la circulación, limpiar el sistema circulatorio, liberar los músculos tensos, restaurar el rango de movimiento y aliviar el dolor.
Reduce la tensión muscular producto del estrés o de cargas mantenidas por la mala postura adquiridas en nuestra vida cotidiana. Produce una sensación de relax y bienestar general. Los masajes tienen beneficios tanto para su salud física como mental, lo que los convierte en una manera fácil de relajarse y de darle una solución alternativa a muchos de sus problemas médicos. Alivia el estrés, dormirás mejor, reduce el dolor, disminuye la presión arterial y el ritmo cardíaco.
Estimula la eliminación de adiposidades donde se encuentran concentradas, logrando moldear la zona del cuerpo que se desee. Son ideales para deshacerse de la grasa acumulada, las estrías y la celulitis. Estilizan el contorno de la figura, logrando una silueta más estética. Tonifica y da forma al cuerpo de manera natural. Beneficia la circulación sanguínea, linfática y digestiva. Ayudan a reactivar el metabolismo del cuerpo. Facilita la depuración y desintoxicación a través de la vejiga, los intestinos y la piel.
El drenaje linfático manual es un masaje especializado que activa la circulación linfática subcutánea, y acciona el automatismo de vasos y ganglios linfáticos, para mejorar la eliminación del líquido intersticial y la linfa. El drenaje linfático manual tiene múltiples beneficios tanto para la belleza como para la salud:
Previene y mejora la retención de líquidos
Alivia las piernas cansadas y pesadas.
Desintoxicante, permite eliminar toxinas.
Mantiene en forma el sistema inmunitario.
Estimula la circulación, favoreciendo la salida de líquidos con deshechos de tu organismo.
Mejora y previene la celulitis.
Edemas por embarazo (prevención de estrías y descarga de las piernas).
El sistema cráneo sacral que se evalúa en esta terapia, se compone por el encéfalo, la médula espinal, el líquido cefalorraquídeo, las meninges, los huesos craneales, la pelvis y el sacro. Los movimientos y presiones ejercidos por el terapeuta son rítmicos y se basan en la percepción de los movimientos internos de los tejidos y fluidos del cuerpo, sobre todo del líquido cefalorraquídeo que rodea el sistema nervioso sintiendo los sutiles movimientos rítmicos de las estructuras que componen el sistema craneosacral. De forma progresiva el cuerpo se relaja y se libera de las tensiones y dolores que sufre.